La punta receptora del equipo de vóley femenino de Lomas, Valentina Picchi, charló con Polideportivo, el programa de deportes de www.impactosur.com.ar todos los martes de 12 a 13hs y dejó frases que reflejan tanto el presente deportivo como su compromiso personal con el club.
El equipo, conformado en su mayoría por jugadoras jóvenes, atraviesa una temporada desafiante: “Dimos una racha muy mala al comienzo. Hubo partidos que tendríamos que haber ganado y no supimos cerrarlos. Nos costó adaptarnos al nivel de Primera”, confesó Valentina. Sin embargo, lejos de bajar los brazos, enfatizó el espíritu del grupo: “Entre todas nos apoyamos muchísimo, hay muchas ganas y unión”.
Lomas aún sueña con ingresar entre los ocho primeros y pelear por el ascenso, aunque también sabe que corre el riesgo de tener que disputar la permanencia. “Nos quedan dos partidos difíciles, pero si no entramos a playoffs, vamos a pelear para no descender. Acá hay que ganar, ganar”, sentenció.
Uno de los momentos claves de la temporada fue la victoria ante Morón, luego de haber caído en el primer set. ¿Cómo se maneja la presión en esos casos? “Nos cuesta a veces cerrar los sets. En ese partido jugamos más en equipo, fuimos más conscientes de nuestros errores y eso marcó la diferencia”.
Más allá de lo deportivo, Valen combina estudio, trabajo y entrenamiento: “Estudio Marketing y ayudo en la empresa familiar, una distribuidora de productos de caucho para autos. Todo el tiempo estoy a las corridas, pero me organizo y me alcanza”, relató con una sonrisa.
¿Su meta? “Seguir mejorando, adquirir experiencia y dejar siempre al club en lo más alto. No sólo con el juego, también siendo buenas personas y referentes para las más chicas. Me encantaría que la gente escuche la nota, se entusiasme y venga a practicar vóley u otro deporte al club”.
Además de jugar y estudiar, también se formó como planillera y sueña con hacer el curso de entrenadora: “Me encanta este deporte y quiero seguir ligada de todas las formas posibles”.
Valentina llegó al club gracias a una profesora de su colegio que vio su talento y la animó: “Me dijo que podía ir a probar gratis cuando quisiera. Fui, arranqué… y nunca más dejé de jugar”.
Compromiso, humildad y pasión. Lomas tiene más que una jugadora en Valentina: tiene un ejemplo.