El radicalismo obtuvo una victoria aplastante en Corrientes, donde el gobernador Gustavo Valdés logró más del 52% de los votos, sacando más de 30 puntos al segundo. El resultado fortalece al partido a nivel nacional y genera expectativas de cara a las elecciones bonaerenses.
En diálogo con este medio, el dirigente radical de Avellaneda, Fernando Landaburu, señaló que el caso correntino “demuestra que cuando el radicalismo gobierna, gobierna bien, con transparencia y gestión cercana a los vecinos”.
Landaburu también se refirió al vínculo con el gobierno de Javier Milei en el Congreso: “Cuando votamos leyes que creemos buenas, se lo atribuye el oficialismo; cuando rechazamos proyectos que perjudican a la sociedad, nos dicen que votamos con el kirchnerismo. Es una mirada sesgada que no ayuda”.
Sobre la situación local, criticó la gestión municipal de Avellaneda: “Hay barrios que se siguen inundando pese a que el intendente lleva más de 20 años en funciones. La falta de planificación es evidente. La política tiene que resolverlo”.
Por último, advirtió que el radicalismo atraviesa “una crisis de conducción nacional” y que muchos militantes quedaron afuera de las listas. De cara al futuro, destacó coincidencias con la Coalición Cívica para construir un frente con valores republicanos y de transparencia.