
Los vieron merodeando casas, tirando mochilas y escapando en autos. La policía los frenó antes de que hicieran de las suyas.
En Avellaneda, la cosa se puso pesada: cinco pibes, cuatro mayores y un menor, fueron aprehendidos por averiguación de ilícito después de que las cámaras del COM los captaran merodeando la zona con actitud sospechosa. Todos iban con guantes, barbijos y gorras, tratando de pasar desapercibidos mientras revisaban las casas como si fueran “turistas del delito”.
Al notar la presencia policial, los jóvenes dejaron dos mochilas debajo de vehículos en la calle Giribone y San Luis. Pero no era cualquier mochila: adentro había herramientas varias, precintos y guantes, como para preparar sus choreos. La maniobra no les sirvió de nada: la policía los identificó y empezó la persecución.
La cosa no terminó ahí. Dos de los sospechosos subieron a un Onix celeste y luego a un Honda City gris, intentando escaparse, pero fueron interceptados en Toay y Bahía Blanca. Todos terminaron en la Seccional 2da, junto con los autos y el botín que preparaban para delinquir.
Entre los detenidos están Agustín Zabala (24), Aarón Arenilla (18), Alexis Tourm (18), Cristian Alarcón (20) y Damián Agüero (17), todos imputados mientras la UFI N°3 de Avellaneda-Lanús se hace cargo del caso.
El operativo fue dirigido por el Crio. Insp. Marcelo Calarota, jefe del Comando de Patrullas de Avellaneda. La comunidad local puede respirar un poco más tranquila: los que pensaban hacer de las suyas tuvieron que cambiar de planes gracias a la vigilancia y la rápida intervención policial. Avellaneda sigue firme: los que quieren chorear, que lo piensen dos veces.
