
En un contexto donde la salud adolescente muchas veces pasa a un segundo plano, el Hospital Fiorito de Avellaneda se propone cambiar esta realidad con una jornada especial el lunes 5 de mayo, de 8:30 a 11:30 en el Aula Magna del primer piso de consultorios externos (Italia 350, Avellaneda, frente al Fiorito).
La iniciativa, liderada por la Dra. Valeria Kim, especialista en adolescencia del hospital, nace de la necesidad de ofrecer un espacio de encuentro y aprendizaje para los jóvenes. “Hoy todos hablan de los adolescentes, pero pocos se ocupan de ellos, su mundo, sus preocupaciones, su salud”, reflexiona Kim. “Por eso quisimos hacer esta jornada exclusiva para ellos, con actividades que les resulten atractivas y útiles”.
El evento incluirá charlas abiertas sobre educación sexual, métodos anticonceptivos, mitos y verdades, además de un taller de nutrición que abordará la importancia de una alimentación saludable. “Queremos que venir al hospital no sea solo sinónimo de enfermedad”, asegura la doctora. “Habrá música, juegos, y hasta frutas decoradas para que la experiencia sea entretenida”.
Pero además de la parte lúdica, habrá controles médicos a cargo de cinco profesionales clínicos, quienes realizarán exámenes cardíacos, respiratorios, abdominales y bucodentales, además de medir presión arterial, peso y talla. “La idea es que quienes ya se hicieron el control de salud este año vengan a disfrutar de los talleres, y los que no, puedan aprovechar para hacerlo”, explica Kim.

Uno de los puntos clave es el vínculo entre los adolescentes y el hospital. En este sentido, la doctora reconoce que muchas veces los jóvenes pueden ser reticentes a acudir a un centro médico, por lo que destaca la importancia de articular con otros espacios de reunión como polideportivos. “Sería ideal poder llevar estos talleres a los lugares donde los adolescentes pasan su tiempo, para acercarles información de una manera más natural”, plantea.
Más allá del encuentro del 5 de mayo, la Dra. Kim resalta que el Hospital Fiorito siempre tiene sus puertas abiertas para atender y escuchar a los jóvenes. “Es fundamental que sepan que no están solos y que pueden acudir al hospital cuando necesiten apoyo”, concluye.