La Libertad Avanza (LLA) atraviesa una crisis interna en la provincia de Buenos Aires, marcada por escándalos y tensiones políticas. En medio de esta turbulencia, Sebastián Pareja, armador provincial y posible candidato a diputado nacional, ha asumido el liderazgo de una purga destinada a limpiar la imagen del espacio político.
Por orden de Karina Milei y José Luis Espert, Pareja ha iniciado un proceso de renovación que busca deshacerse de figuras controvertidas como Fabricio Martínez y Cristian Fratini, ambos vinculados a barrabravas y negocios cuestionables. Fabricio Martínez, excoordinador de la tercera sección electoral, fue el primero en ser desplazado, marcando el inicio de una estrategia para eliminar cualquier vestigio de prácticas que puedan dañar la credibilidad del partido.
Cristian Fratini, armador en Avellaneda, también está en la mira. Su gestión quedó en evidencia tras nombrar a Arnaldo «Pepo» Díaz como jefe de bloque en un comunicado oficial, solo para retractarse días después, lo que generó tensiones internas y expuso a Sebastián Pareja al ridículo. Además, hay quienes consideran que la estructura de LLA en Avellaneda se asemeja más a una unidad básica tradicional que a un espacio de renovación política.
Un rumor reciente indica que, a partir de las declaraciones de Daniel Bilotta en *Odisea Argentina*, habría otro video circulando que habría influido en la decisión de apartar a Fabricio Martínez. Según fuentes cercanas, Martínez no sería el único en quedar fuera del armado político en la provincia.
El impacto de estos movimientos internos amenaza con debilitar la estructura de LLA en el Conurbano bonaerense, un bastión clave para el partido. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si la purga liderada por Pareja logra estabilizar el espacio político o si las internas seguirán erosionando su credibilidad.
